Vivienne Westwood: Los hitos que marcaron a la gran dama de la moda británica

Alaia Lovick / December 30 2022

 

La diseñadora Vivienne Westwood ha fallecido ayer a los 81 años de edad, tal y como ha confirmado su familia en un comunicado, en su casa de Clapham, al sur de Londres. La británica, creadora, activista y fuertemente implicada con la sostenibilidad desde hace mucho tiempo -fue en su colección de primavera-verano 2013 cuando ya hizo alusión al cambio climático-, ha estado “haciendo las cosas que amaba hasta el último momento”, señala el comunicado.

De hecho, ese legado de más de 60 años para “cambiar un mundo hacia una dirección mejor”, seguirá en marcha gracias a Andreas Kronthaler, su marido y socio creativo. “Continuaré con Vivienne en mi corazón. Hemos estado trabajando hasta el final y ella me ha dado muchas cosas que me motivan a seguir adelante. Gracias, cariño”, ha afirmado en unas emotivas declaraciones.

 

Vivienne Westwood, los hitos que marcaron su carrera

Vivienne-Westwood-credit-Jo-Metson-Scott-Contour

Es más que evidente que la gran dama de la moda británica no solo transformó una y otra vez la manera en que vestimos, sino que además no titubeó a la hora de actuar con urgencia cada vez que se comprometió con una causa importante de trascendencia mundial. Sin duda, con su muerte la industria de la moda ha perdido a una de sus voces más reivindicativas del último siglo.

Es imposible hablar de la historia de la moda sin mencionar a Vivienne Westwood. Con una rutilante carrera que le ha valido un enorme respeto en la industria y fama mundial, la diseñadora británica, ahora con su muerte, se convierte en toda una leyenda. Como bien le paso al diseñador japonés, Issey Miyake.

A lo largo de décadas de triunfos, Westwood consiguió una impresionante lista de momentos verdaderamente icónicos en el mundo de la moda (una frase que no utilizamos a la ligera, ya que esta mujer prácticamente inventó el punk). Su trayectoria le valió el título de dama del imperio británico, pero su sólido matrimonio con el diseñador austriaco Andreas Kronthaler, también director creativo de su firma, está claro que su exitosa unión en el plano personal y laboral también merece un gran aplauso.

Cuando el mundo tuvo que ponerse en pausa por el coronavirus, el matrimonio siguió dando rienda suelta a su vena creativa con el activismo y la moda. Vivienne Westwood, siempre dada a alzar la voz por temas en los que cree, nos inspiró con sus discursos de los viernes, que compartía en su web Climate Revolution y en sus redes sociales.

 

El nacimiento del Punk

Vivienne-Westwood-Seditionaries-credit-Shutterstock

Cuando Vivienne Westwood conoció a Malcolm McLaren, la diseñadora y el manager de una de las bandas pioneras del punk, Sex Pistols (con quien además acabó teniendo un hijo) abrieron juntos una boutique de moda en el barrio londinense de Chelsea, en 1971. La tienda del número 430 de Kings Road fue cambiando de nombre según las colecciones que iba presentando la diseñadora, pasando de Let It Rock a Too Fast To Live, Too Young To Die y Sex, en 1974.

En 1977, al tiempo que el God Save The Queen de Sex Pistols alcanzaba el número uno en la lista NME, la tienda fue rebautizada como Seditionaries para reflejar la estética y la actitud incipientes que dieron pie a todo un movimiento, conocido después como la era del punk. Se convertiría en el epicentro de una antimoda con la que vistió a grupos de música como los Sex Pistols o los New York Dolls.

 

Reminiscencias históricas

Christy Turlington primavera 1994

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A principios de los años ochenta, Vivienne Westwood abandonó el circuito de la moda de Londres para conquistar las pasarelas de París.

De los mensajes provocativos, los imperdibles y los looks bondage pasó a una moda mucho más opulenta: eran sus inicios como diseñadora en pasarela. En 1981, Westwood y McLaren estrenaron sus looks en su primer desfile de pasarela de Londres, donde su colección Pirates fue ampliamente aclamada por liberar la silueta de las restricciones de los años 70.

Pese a que la colaboración con McLaren llegó a su fin, ella siguió dominando el mundo de la moda con diseños que marcaron un antes y un después en una industria no demasiado acostumbrada a espíritus tan alejados de la norma.

Dio alas a toda una estética de bucanero que llevaron bandas como los Bow Wow Wow. “Pensé: ellos [el resto de diseñadores] irían a México de vacaciones y cogerían ideas de allí. Yo no podía hacer eso. No tenía un duro y tenía dos hijos.

Pero podía mirar al pasado en los libros, algo que acabó siendo romántico”, recoge en sus memorias. “Ahí es cuando empecé a pensar en piratas. Era una idea de salir de la isla, la pequeña isla en la que estaba atrapada, y profundizar en la historia”. Tras hacer caja con el nihilismo de ‘no future’ esta habilísima catalizadora supo (de nuevo) capitalizar el espíritu de evasión que definió a los New Romantics, en plena recesión económica.

Linda Evangelista otono 1995

Sus propuestas nadaban en las antípodas del look de rigor de la época: frente a las hombreras exageradas y el power suit, experimentó con las líneas suaves, los colores tierra y la ropa étnica. De Sauvages pasó a Nostalgia of Mud (o Buffalo Girls), donde la diseñadora unió sus conocimientos de la indumentaria histórica con su interés por las culturas de Norteamérica y Sudamérica, especialmente las faldas plisadas de las cholas (o cholitas) peruanas.

“Soy muy anárquica y perversa con lo que hago con la ropa, pero lo que busco es la sencillez… Lo mejor de mis prendas, la forma en que te hacen sentir grandioso y fuerte, tiene que ver con la forma sexy en que enfatizan tu cuerpo y te hacen consciente de él”, reconoció en 1983 para la revista Harpers & Queen.

Para alguien cuya trayectoria despegó gracias a las horas invertidas en los libros de historia, este tipo de vestimenta se convertiría en parte de su esencia. Westwood pasó a ser conocida por incorporar ecos de vestidos históricos, especialmente de la época victoriana y el romanticismo. De ahí su colección Mini-Crini de primavera-verano 1985, donde en vez de rendirse a las hombreras masculinas que se estilaban tanto en los 80, subvirtió la conservadora vestimenta del siglo XVII para convertirla en prendas entalladas muy sensuales que resaltaban las curvas. Y, por supuesto, cómo olvidar sus míticos zapatos ‘rocking horse’, presentados en el mismo desfile, muy al estilo de calzado del casi mítico Manolo Blahnik.

VIVIENNE-WESTWOOD-otono-1995

También convirtió su herencia británica en ADN de la firma, pero cómo no, desde una perspectiva irreverente: era la época de los años paganos y de colecciones como la de Harris Tweed, en la que parodiaba a las clases altas. Cinco años después, tomó varios cuadros de la Wallace Collection londinense y los estampó sobre corsés. Era su propuesta Portrait, una de las más inolvidables y también de las más preciadas por los cazatesoros vintage.

La Anglomanía fue su siguiente etapa, marcada por una sastrería impecable y una revisión de los códigos ingleses clásicos, como la Union jack o el tartán escocés. Coincidió con el auge de las supermodelos: ¿quién puede olvidar acaso esa caída de Naomi Campbell, plantada en el suelo con unas plataformas de Westwood y una enorme sonrisa? Hubo otros creadores que intentaron (sin éxito) replicar la anécdota, pero el instante ya quedó grabado para siempre en los archivos visuales de la historia de la pasarela.

A finales de los años 80, se evidenció un gran cambio que la llevó de defender los códigos del punk a parodiar a las clases altas, periodo que Westwood denominó como sus ‘años paganos’. Su influyente colección Harris Tweed de otoño-invierno 1987 partió de la imagen de una niña que vio un día en el tren. “No podía tener más de 14 años. Llevaba un moñito con trenzas, una chaqueta de Harris Tweed y un bolso con un par de zapatillas de ballet dentro. Me pareció tan chula y tan compuesta, allí de pie”, contaba en The Independent en 2011.

Naomi Campbell otono 1995

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Vivienne Westwood era irreverente hasta la médula, y no solamente sobre la pasarela. Posó para la portada de la revista Tatler en 1989 como Margaret Thatcher, acompañada de la frase “esta mujer fue una vez punk”. Unos años más tarde, al recibir el reconocimiento de la Orden del Imperio Británico, acudió deliberadamente al palacio de Buckingham sin ropa interior. “Quería enseñar mi atuendo girando la falda. No se me ocurrió que, estando los fotógrafos prácticamente de rodillas, el resultado sería más glamuroso de lo que esperaba”, comentaría posteriormente en The Guardian. “Oí que la imagen divirtió a la Reina”.

 

La Era de las Supermodelos

VIVINENNE-WESTWOOD-otono-1994

En la década de los 90, Westwood volvió a cambiar su estética, fusionando referencias históricas, tanto inglesas como francesas, a la vez que jugaba con proporciones contemporáneas y sastrería de corte impecable. En 1993, la británica se casó con el estudiante de diseño austriaco Andreas Kronthaler y la pareja se asoció con éxito tanto en lo profesional como en lo personal. Ahora el diseñador continuará con el legado de su mujer al frente de la marca.

VIVIENNE WESTWOOD otono 1993 NAOMI CAMPBELL

En cuanto a los momentos más memorables de los desfiles de Westwood, sin duda hay dos que ya forman parte de la memoria colectiva de todos los amantes de la moda: cuando Naomi Campbell se tropezó con unas plataformas de más de 22 centímetros en su desfile de otoño-invierno 1993, y cuando Kate Moss, con la cara pintada de María Antonieta, salió a la pasarela en topless y comiéndose un helado, para el desfile Erotic Zones de primavera-verano 1995. Son hitos fundamentales en la historia de la moda que todavía siguen citándose como referentes.

Kate Moss primavera 1994

En 1992, Westwood recibió la Orden del Imperio Británico por su contribución a la moda, momento muy recordado porque no llevaba ropa interior cuando recogió el reconocimiento de manos de la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham. Para la diseñadora de 64 años, este nombramiento como Dama de la Corona supone otra sorpresa que, según sus palabras, le servirá de plataforma para luchar por los derechos humanos. “Estoy muy contenta de que mi credibilidad en la moda me haya dado voz y siento que debo decir lo que realmente me parece importante”.

 

Vivienne Westwood: Un activismo orientado al ambientalismo

Vivienne-Westwood homenajeada_ en los Scottish Fashion Awards

El último sábado de 2005 fue el día elegido por la corona británica para hacer pública la lista de las personalidades que serían homenajeados por la Reina Isabel II. Confeccionada a partir de las peticiones de los ciudadanos, entre los nombres de los trabajadores de los servicios de emergencias de la red de transportes londinense y otros mandamases de Scotland Yard -sin contar con el del mismísimo Tom Jones- se encuentra Vivienne Westwood, una de las diseñadoras más rompedoras, atrevidas y visionarias de la historia de la moda.

Westwood comenzó a usar sus colecciones y desfiles como altavoz político en la década de los años 2000, especialmente en lo tocante a su activismo medioambiental. “El cambio climático, no la moda, es ahora mi prioridad”, sentenció en The Guardian en 2014. Desde entonces, todos sus lanzamientos han llevado implícita alguna reivindicación social o política, desde prendas con mensaje (con reminiscencias de su época punk) hasta protestas en las pasarelas en torno al Brexit, el calentamiento global o la libertad de expresión.

Su colección Unisex, de otoño-invierno 2015, fue quizá una de las primeras en llevar a las masas los looks andróginos, allanando el camino, una vez más, para la llegada de una nueva era de moda progresista e inclusiva.

Una vida de activismo

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El activismo ha sido siempre su seña de identidad y lo ha defendido a través de su propia ropa: “Reivindico el pensamiento como resistencia activa a la propaganda consumista, que nos hace perder la capacidad de discernir y juzgar”, proclamaba. Otra de sus frases más recordadas aludían al capitalismo: “El capitalismo es un crimen. Es la raíz de la guerra, el cambio climático y la corrupción”.

Sobre la pasarela, sus desfiles se convirtieron en una plataforma política que incitaba al debate, con pancartas como la que vimos en su colección primavera verano 2013 en alusión al cambio climático o al fracking en 2016. Un año antes, en 2015, llegó a liderar un tanque hasta la residencia del entonces primer ministro británico, David Cameron, como forma de protestar contra los daños al medio ambiente.

Ultimos actos de rebeldia

Su último gran proyecto ha sido la creación junto a sus hijos y nieta de la fundación sin ánimo de lucro The Vivienne Foundation. Se lanzará oficialmente en 2023 en su honor para continuar con su épico legado.

Abanderada de causas tan dispares como la defensa acérrima de Julian Assange o la situación animal en colaboración con PeTA,  Por otra parte, se prepara la publicación de Vivienne Westwood Opus: un libro que contiene fotos inéditas de celebridades como Helena Bonham Carter, Naomi Campbell y Kate Moss.

 

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