Cómo limpiar horno muy sucio y quemado – 7 trucos que realmente funcionan según los expertos
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Cómo limpiar un horno muy sucio y quemado – 7 trucos que realmente funcionan según los expertos
El horno es uno de los electrodomésticos que más se ensucian en nuestra cocina. Con el paso del tiempo y el uso constante, los alimentos se adhieren a las paredes, creando una capa de grasa y suciedad difícil de eliminar. Si tu horno está en estas condiciones y has intentado limpiarlo sin éxito, no te preocupes. Hoy te presentamos 7 trucos que realmente funcionan según los expertos para que puedas dejar tu horno impecable.
1. Vinagre y bicarbonato de sodio: esta combinación es uno de los remedios más efectivos para limpiar un horno muy sucio. Primero, mezcla media taza de vinagre blanco con media taza de bicarbonato de sodio hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y déjala actuar durante toda la noche. Al día siguiente, retira la pasta con un paño húmedo y verás cómo la suciedad se desprende fácilmente.
2. Limón y agua caliente: el limón es un excelente desengrasante natural. Exprime el jugo de varios limones y mézclalo con agua caliente en un recipiente. Luego, con la ayuda de una esponja, frota las paredes y la base del horno con esta mezcla. Deja actuar durante unos minutos y después enjuaga con abundante agua. Verás cómo el limón elimina la grasa y deja un agradable aroma en tu horno.
3. Sal y agua: si no dispones de vinagre o limones, la sal también puede ser una gran aliada para limpiar un horno muy sucio. Espolvorea sal sobre la superficie del horno y rocía agua caliente, creando una pasta. Deja actuar durante unas horas y luego frota con una esponja o un paño húmedo. La sal ayudará a eliminar la suciedad y a absorber los malos olores.
4. Bicarbonato de sodio y agua: si prefieres una opción más sencilla, puedes mezclar bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y deja actuar durante varias horas. Luego, frota con una esponja o un paño húmedo y enjuaga con agua. El bicarbonato de sodio desincrustará la suciedad y dejará tu horno como nuevo.
5. Amoníaco: si el horno está realmente quemado y la suciedad es muy persistente, puedes recurrir al amoníaco, siempre con precaución. Coloca una taza de amoníaco en un recipiente resistente al calor y colócalo dentro del horno, cerrando la puerta. Deja actuar durante toda la noche y al día siguiente, con guantes y mascarilla, retira el recipiente y frota las superficies con una esponja o un paño húmedo. El amoníaco ayudará a ablandar la suciedad más incrustada.
6. Vapor: el vapor es una excelente opción para eliminar la grasa y la suciedad del horno. Llena una bandeja resistente al calor con agua caliente y colócala en el horno. Enciende el horno a una temperatura baja durante unos minutos para que el agua genere vapor. Después, apaga el horno y deja que el vapor actúe durante unos minutos. A continuación, limpia las superficies con una esponja o un paño húmedo y verás cómo la suciedad se despega fácilmente.
7. Producto comercial: si ninguno de los trucos anteriores ha funcionado, siempre puedes recurrir a un producto comercial especializado en la limpieza de hornos. Estos productos suelen ser muy efectivos y están diseñados específicamente para eliminar la suciedad más difícil. Sigue las instrucciones del fabricante y no olvides usar guantes y seguir las medidas de seguridad recomendadas.
En conclusión, limpiar un horno muy sucio y quemado puede parecer una tarea complicada, pero con estos 7 trucos que realmente funcionan según los expertos, podrás dejar tu horno impecable y listo para ser utilizado. Recuerda seguir las medidas de seguridad recomendadas y siempre usar guantes para proteger tus manos. ¡No esperes más y dale a tu horno el cuidado que se merece! Limpiar un horno muy sucio y quemado puede ser una tarea complicada, pero siguiendo estos 7 trucos que realmente funcionan según los expertos podrás dejarlo impecable:
1. Vinagre y bicarbonato de sodio: mezcla media taza de vinagre blanco con media taza de bicarbonato de sodio hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y déjala actuar durante toda la noche. Al día siguiente, retira la pasta con un paño húmedo y verás cómo la suciedad se desprende fácilmente.
2. Limón y agua caliente: exprime el jugo de varios limones y mézclalo con agua caliente en un recipiente. Luego, con la ayuda de una esponja, frota las paredes y la base del horno con esta mezcla. Deja actuar durante unos minutos y después enjuaga con abundante agua. El limón eliminará la grasa y dejará un agradable aroma en tu horno.
3. Sal y agua: espolvorea sal sobre la superficie del horno y rocía agua caliente, creando una pasta. Deja actuar durante unas horas y luego frota con una esponja o un paño húmedo. La sal ayudará a eliminar la suciedad y absorber los malos olores.
4. Bicarbonato de sodio y agua: mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y deja actuar durante varias horas. Luego, frota con una esponja o un paño húmedo y enjuaga con agua. El bicarbonato de sodio desincrustará la suciedad y dejará tu horno como nuevo.
5. Amoníaco: si la suciedad es persistente, puedes utilizar amoníaco. Coloca una taza de amoníaco en un recipiente resistente al calor dentro del horno y déjalo actuar durante toda la noche. Al día siguiente, con guantes y mascarilla, retira el recipiente y frota las superficies con una esponja o un paño húmedo. El amoníaco ayudará a ablandar la suciedad más incrustada.
6. Vapor: llena una bandeja resistente al calor con agua caliente y colócala en el horno. Enciende el horno a una temperatura baja durante unos minutos para que el agua genere vapor. Apaga el horno y deja que el vapor actúe durante unos minutos. Luego, limpia las superficies con una esponja o un paño húmedo y verás cómo la suciedad se despega fácilmente.
7. Producto comercial: si ninguno de los trucos anteriores funciona, puedes utilizar un producto comercial especializado en la limpieza de hornos. Sigue las instrucciones del fabricante y asegúrate de usar guantes y seguir las medidas de seguridad recomendadas.
Recuerda seguir las medidas de seguridad recomendadas y usar guantes para proteger tus manos mientras limpias el horno. ¡No esperes más y dale a tu horno el cuidado que se merece! Limpiar un horno muy sucio y quemado puede ser una tarea complicada, pero con estos 7 trucos que realmente funcionan según los expertos, podrás dejarlo impecable:
1. Vinagre y bicarbonato de sodio: mezcla media taza de vinagre blanco con media taza de bicarbonato de sodio hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y déjala actuar durante toda la noche. Al día siguiente, retira la pasta con un paño húmedo y verás cómo la suciedad se desprende fácilmente.
2. Limón y agua caliente: exprime el jugo de varios limones y mézclalo con agua caliente en un recipiente. Luego, con la ayuda de una esponja, frota las paredes y la base del horno con esta mezcla. Deja actuar durante unos minutos y después enjuaga con abundante agua. El limón eliminará la grasa y dejará un agradable aroma en tu horno.
3. Sal y agua: espolvorea sal sobre la superficie del horno y rocía agua caliente, creando una pasta. Deja actuar durante unas horas y luego frota con una esponja o un paño húmedo. La sal ayudará a eliminar la suciedad y absorber los malos olores.
4. Bicarbonato de sodio y agua: mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y deja actuar durante varias horas. Luego, frota con una esponja o un paño húmedo y enjuaga con agua. El bicarbonato de sodio desincrustará la suciedad y dejará tu horno como nuevo.
5. Amoníaco: si la suciedad es persistente, puedes utilizar amoníaco. Coloca una taza de amoníaco en un recipiente resistente al calor dentro del horno y déjalo actuar durante toda la noche. Al día siguiente, con guantes y mascarilla, retira el recipiente y frota las superficies con una esponja o un paño húmedo. El amoníaco ayudará a ablandar la suciedad más incrustada.
6. Vapor: llena una bandeja resistente al calor con agua caliente y colócala en el horno. Enciende el horno a una temperatura baja durante unos minutos para que el agua genere vapor. Apaga el horno y deja que el vapor actúe durante unos minutos. Luego, limpia las superficies con una esponja o un paño húmedo y verás cómo la suciedad se despega fácilmente.
7. Producto comercial: si ninguno de los trucos anteriores funciona, puedes utilizar un producto comercial especializado en la limpieza de hornos. Sigue las instrucciones del fabricante y asegúrate de usar guantes y seguir las medidas de seguridad recomendadas.
Recuerda seguir las medidas de seguridad recomendadas y usar guantes para proteger tus manos mientras limpias el horno. ¡No esperes más y dale a tu horno el cuidado que se merece! Limpiar un horno muy sucio puede parecer una tarea complicada, pero con estos 7 trucos que realmente funcionan según los expertos, podrás dejarlo impecable y listo para ser utilizado. Recuerda seguir las medidas de seguridad recomendadas y siempre usar guantes para proteger tus manos.
1. Vinagre y bicarbonato de sodio: mezcla media taza de vinagre blanco con media taza de bicarbonato de sodio hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y déjala actuar durante toda la noche. Al día siguiente, retira la pasta con un paño húmedo y verás cómo la suciedad se desprende fácilmente.
2. Limón y agua caliente: exprime el jugo de varios limones y mézclalo con agua caliente en un recipiente. Luego, con la ayuda de una esponja, frota las paredes y la base del horno con esta mezcla. Deja actuar durante unos minutos y después enjuaga con abundante agua. El limón eliminará la grasa y dejará un agradable aroma en tu horno.
3. Sal y agua: si no dispones de vinagre o limones, la sal también puede ser una gran aliada para limpiar un horno muy sucio. Espolvorea sal sobre la superficie del horno y rocía agua caliente, creando una pasta. Deja actuar durante unas horas y luego frota con una esponja o un paño húmedo. La sal ayudará a eliminar la suciedad y absorber los malos olores.
4. Bicarbonato de sodio y agua: si prefieres una opción más sencilla, puedes mezclar bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una pasta espesa. Aplica esta pasta sobre las paredes y la base del horno y deja actuar durante varias horas. Luego, frota con una esponja o un paño húmedo y enjuaga con agua. El bicarbonato de sodio desincrustará la suciedad y dejará tu horno como nuevo.
5. Amoníaco: si el horno está realmente quemado y la suciedad es muy persistente, puedes recurrir al amoníaco, siempre con precaución. Coloca una taza de amoníaco en un recipiente resistente al calor y colócalo dentro del horno, cerrando la puerta. Deja actuar durante toda la noche y al día siguiente, con guantes y mascarilla, retira el recipiente y frota las superficies con una esponja o un paño húmedo. El amoníaco ayudará a ablandar la suciedad más incrustada.
6. Vapor: el vapor es una excelente opción para eliminar la grasa y la suciedad del horno. Llena una bandeja resistente al calor con agua caliente y colócala en el horno. Enciende el horno a una temperatura baja durante unos minutos para que el agua genere vapor. Después, apaga el horno y deja que el vapor actúe durante unos minutos. A continuación, limpia las superficies con una esponja o un paño húmedo y verás cómo la suciedad se despega fácilmente.
7. Producto comercial: si ninguno de los trucos anteriores ha funcionado, siempre puedes recurrir a un producto comercial especializado en la limpieza de hornos. Estos productos suelen ser muy efectivos y están diseñados específicamente para eliminar la suciedad más difícil. Sigue las instrucciones del fabricante y no olvides usar guantes y seguir las medidas de seguridad recomendadas.
En conclusión, con estos trucos podrás dejar tu horno impecable y listo para ser utilizado. Recuerda seguir las medidas de seguridad recomendadas y usar guantes para proteger tus manos mientras limpias el horno. ¡No esperes más y dale a tu horno el cuidado que se merece!
Cleaning the oven is not one of the household tasks that any homemaker longs to do. It may be that the oven is in an inconvenient place to clean and you may not even be able to do it with bleach. The best thing about innovations and new technologies is that modern ovens have surfaces that allow us to clean grease and dirt more easily. But it’s always good to know some tricks to clean a very dirty and burnt oven. We have sought advice from cleaning experts and what are the best oven cleaning tricks that will make your life easier.
Tricks to clean a very dirty and burnt oven
Don’t press too hard with the sponge. Use the power of steam, as it will make cleaning easier. A trick to soften the dirt is to leave a tray of boiling water in the middle rack of the oven. Turn the oven to the highest setting for half an hour and then let it cool down. Try it and you will see a drastic change in how easy it is to clean.
Another tip is to put lemons in the water. Use this quick and easy method to clean an oven with steam. First, cut a lemon in half or better yet, into four parts and place it on a tray. Pour water into the tray and place it in the oven. Choose the highest temperature and let the water boil for 30 minutes. When this time has passed, it’s time to take the sponge, dip it in the lemon water (carefully), and clean the walls and door of the oven. Be careful, it may be hot, so let the oven cool down first.
To make cleaning easier, soften the dirt with cleaning products
There is no recommendation when it comes to dealing with the inconvenient size of oven racks that don’t fit in the sink. You simply need to buy oven rack cleaning products to get the job done. Such oven rack cleaning products are what will serve you best. You can find everything you need everywhere to make your oven rack shine.
There is no need to buy oven cleaners that will cost you half of your budget. Here is another trick that will save you money and leave your oven sparkling: Make a homemade paste to clean ovens with water and baking soda. Start with approximately 1/4 cup of each and add a squirt of dish soap. Mix the paste until it has a toothpaste-like consistency and apply it to the inside of the oven with a non-abrasive sponge. Scrub, rinse, and dry.
Use the self-cleaning function
If your oven is state-of-the-art, others have thought for you. Modern women don’t like to waste time on cleaning. Technology professionals come to the rescue instead of wasting time cleaning the oven, learn to use the self-cleaning function if your oven has one. Many people forget they have this option, but it’s actually quite simple: all it takes is a small amount of preparation time, some patience, and a quick final cleaning.
Sprinkle salt to clean a very dirty and burnt oven
If a pan or cake overflows in the oven or on the oven door, quickly sprinkle the mixture with a generous amount of salt while it is still liquid. Once the oven has cooled, use a spatula to remove the salty mess. It will be much easier to clean than a tough, baked-on stain.
We are going to share another tip for deep cleaning an oven. All you will need is a paste of white vinegar and baking soda, a sponge or microfiber cloth for scrubbing, and paper towels for cleaning up:
Turn off the oven and let it cool down. Never attempt to clean your oven while it is hot. Not only is it dangerous, but any cleaning solution you use can burn, releasing toxic chemicals or even leaving unsightly stains. Remove the oven racks and soak them in a solution of hot soapy water while you clean the oven. Apply your cleaning solution. Make sure to cover all sides and the top of the oven, as well as the floor. Scrub your oven well with a sponge or microfiber cloth. Avoid anything that may scratch the finish, such as steel wool. If the cleaning solution you use turns brown, that just means it is lifting dirt from your oven. If your oven is very dirty, apply a second layer of cleaning solution and let it sit overnight to work its magic before continuing with the cleaning. With a damp microfiber cloth, wipe away the residue of the cleaning solution and lift off dirt and debris. You can use a spatula or plastic scraper to remove any hard, burnt-on food. Avoid using any metal object that may damage your oven. Give your oven a final cleaning with clean water, making sure you have removed all traces of the cleaning solution. You can use paper towels to dry the oven or turn it on to the lowest temperature for 15 minutes to let it dry. Reinstall the oven racks and enjoy your clean and shiny oven.