Vitaminas y minerales – ¿En qué momento del día es recomendable tomarlos?
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La mayoría de las personas toman vitaminas y minerales para mantener así su salud y bienestar en general. Sin embargo, no todas saben el mejor momento para consumirlas. Muchas personas las toman sin consultar a su médico de cabecera.
Sin caer en cuenta que, algunas vitaminas son preferibles tomarlas en un momento específico para así poder reducir el riesgo de efectos adversos. Es decir, dependiendo del tipo de vitaminas y minerales, es mejor tomarlas junto con una comida. Ya que de esa manera, puede aumentar la cantidad que absorbe el cuerpo y mejorar la salud.
Pero es importante consultar con tu médico y elegir cuidadosamente los suplementos vitamínicos. Al igual que también obtener las vitaminas y minerales de fuentes naturales de alimentos, siempre que sea posible. Aparte de saber qué vitaminas y minerales necesita más tu cuerpo, también es importante saber la cantidad.
Si te excedes de las cantidades recomendadas, puede ser igual o incluso más dañino que tener una deficiencia de vitaminas y minerales. No todas las personas son iguales, ni tienen las mismas necesidades, por lo que es de suma importancia que consultes a un experto.
Todo depende de tu dieta, la edad, tu salud física e incluso factores como el embarazo o el consumo de alcohol. Por lo tanto, tu régimen vitamínico debe planificarse junto con tu médico. Ahora bien, te indicaremos el mejor momento para consumir durante el día, algunas de las vitaminas y minerales más comunes.
Momento recomendado para tomar las vitaminas y minerales
Las vitaminas del grupo B
Las vitaminas B se toman mejor temprano en la mañana. Esto se debe a que proporcionan más energía y un buen comienzo del día. Incluso, es mejor tomar vitaminas B antes de desayunar. De eso modo, al cuerpo le resulta más fácil absorberlos, con el estómago vacío. Las vitaminas B se consumen naturalmente por medio de alimentos como la carne, los lácteos y los huevos. También en vegetales como la soya, las espinacas y el brócoli.
La vitamina C
Al igual que las vitaminas B, la vitamina C se toma mejor con el estómago vacío. Pero podría ser en cualquier momento del día, siempre que sea 45 minutos antes o tres horas después de comer. Como ya sabrás, la vitamina C proviene de cítricos como naranjas, toronjas, lima, limones, entre otros.
También se puede encontrar en los tomates, el brócoli y hierbas como el tomillo y el perejil. La vitamina C está llena de antioxidantes y es buena para tu sistema inmune. Recuerda que nuestro cuerpo no produce la vitamina C ni tampoco la puede almacenar, por lo que la mayoría de las personas toman suplementos para asegurarse de obtener sus beneficios.
La vitamina D
Se recomienda que la vitamina D sea tomada con las comidas a la misma hora todos los días. La vitamina D es liposoluble, por lo que, si la tomas con más grasas en tu dieta, favorecerá su absorción por parte del cuerpo. Se puede encontrar en algunos pescados graso como el salmón. También hay productos lácteos que están fortificados con vitamina D. Además, el cuerpo la produce solo con la exposición a la luz solar.
La vitamina K
La vitamina K promueve la relajación, por lo que es conveniente tomarla antes de acostarte. Sin embargo, es mejor tomarla con alimentos, es decir en la cena. La vitamina K ayuda a que la sangre coagule y la piel sane de contusiones y abrasiones. Se encuentra naturalmente en vegetales verdes, incluidos el brócoli y las coles de Bruselas. También se encuentra en vegetales de hoja verde y espárragos.
El calcio
El cuerpo absorbe mucho mejor el calcio si lo consumes en dosis más pequeñas. Es decir, que te beneficiará tomar suplementos de calcio en dos dosis diferentes durante el día. Una vez en la mañana y otra en la noche. El calcio es bien conocido por su capacidad para fortalecer los huesos, dientes y uñas. Pero también es bueno para los vasos sanguíneos y ayuda a prevenir la coagulación de nuestra sangre. Este mineral se encuentra en los productos lácteos de todos los tipos y vegetales como el nabo y la col rizada.
El hierro
El hierro se absorbe mucho mejor si se toma con el almuerzo o la cena. Si se toma con el estómago vacío puede provocar vómitos y náuseas. El hierro es un mineral muy importante. Sin él, somos más propensos a desarrollar anemia. Lo cual ocasiona a su vez cansancio, debilidad y falta de concentración. Las fuentes naturales de hierro incluyen carnes rojas, mariscos, espinacas y chocolate negro.
El magnesio
Debido a que el magnesio promueve la relajación de los músculos y aporta una sensación de calma al sistema nervioso, es preferible tomarlo de noche, antes de acostarte. El magnesio es un contribuyente importante para la salud ósea y la función cardiovascular. Se puede encontrar en alimentos como camarones, nueces, semillas, aguacates y vegetales de hoja verde.
El aceite de pescado
Es mejor tomarlo justo antes de una comida ya que puede causar eructos frecuentes si se toma con el estómago vacío. Lo mejor sería con el desayuno. El aceite de pescado contribuye a mantener la función cardiovascular y renal saludable.
Los ácidos grasos omega-3 no son producidos de forma natural por el cuerpo. Y se encuentra en pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa. Si no te agradan los mariscos, también puedes encontrar ácidos grasos omega-3 en nueces y semillas como semillas de lino, semillas de chía y nueces.
Los probióticos
Los probióticos se toman antes de comenzar a comer, y preferiblemente a la misma hora del día. La razón de ello, es porque el ambiente de tu estómago es menos ácido. Ya que aún no ha comenzado a producir ácido estomacal en grandes cantidades para digerir los alimentos.
Así que esto hará que el paso al intestino sea un poco más fácil, garantizando obtener aún más los beneficios de esas bacterias saludables para tu intestino. El yogurt natural, el cual no ha sido procesado, es uno de los alimentos probióticos más popular, al igual que las aceitunas y los pepinillos.