Vestidos de Reinas con Historia – Isabel II de Inglaterra
Contents
- 0.1 1927
- 0.2 1931
- 0.3 1932
- 0.4 1936
- 0.5 1937
- 0.6 1939
- 0.7 1940
- 0.8 1944-1945
- 0.9 1946
- 0.10 1947
- 0.11 1948
- 0.12 1950
- 0.13 1952
- 0.14 1961
- 0.15 1962
- 0.16 1970
- 0.17 1972
- 0.18 1980
- 0.19 1981
- 0.20 1982
- 0.21 1983
- 0.22 1984
- 0.23 1987
- 0.24 1989
- 0.25 1994
- 0.26 1995
- 0.27 1997
- 0.28 1998
- 0.29 2002
- 0.30 2004 – Presente
- 1 Vestidos de reinas, todo un referente
Cuando hablamos de vestidos de reinas una de las primeras imágenes que suele venir a nuestra mente es Isabel II. Y es que la reina de Inglaterra, a sus 92 años, lleva más de medio siglo siendo la cara pública que representa a su país. En lo que a historia de la moda, o la historia en general, la longeva monarca es una enciclopedia andante. Ha vivido y reinado en coincidencia con la alternancia de un nada despreciable número de estilos a lo largo de las décadas.
Con este post tenemos la idea de recopilar algunos de los infinitos trajes con los que la reina británica se ha dejado inmortalizar a durante todos estos años.
1927
Año en el que nace Su Majestad Británica. En esos días, la adorable bebita ni siquiera parece estar llamada a gobernar toda la Mancomunidad Británica. Por entonces, rige su abuelo Jorge V, siendo su tío, el futuro Eduardo VIII el heredero. El padre de Isabel es tan solo el Duque de York, título ostentado por hermano menor del Príncipe de Gales.
1931
Ya una niña de 4 añitos, Isabelita exhibe uno de los complementos que más caracterizarán (y siguen caracterizando) su vestimenta. La gabardina femenina es una pieza bastante corriente en esos años en el mundo entero. Hoy día, es icono en cuanto a vestidos de reina y moda británica gracias a esta reina.
1932
Un encantador traje de bailarina viste a la joven princesa, hija de los todavía Duques de York. Una corona floral completa el conjunto. En esta época era muy común que las niñas pequeñas, especialmente las de buena cuna, participasen en coros y grupos de ballet, entre otras actividades artísticas.
1936
Siendo ya Rey su tío Eduardo, Isabel sigue siendo una tierna niña que dedica su tiempo libre a jugar con su hermana y su mascota. Muy interesante resulta esta foto, donde exhibe otro complemente bastante clásico de vestidos de reinas anglosajonas. La falda escocesa, un atuendo ya milenario, nunca deja de estar presente de vez en cuando en la vestimenta de casi todo británico.
1937
Tras la repentina abdicación en diciembre de 1936 del Rey Eduardo VIII, el padre de la actual monarca se convierte en soberano del Reino Unido, con el nombre de Jorge V. En la foto, del día de la coronación, se aprecia a la nueva Princesa de Gales con un vestido ceremonial pero sencillo, y a juego con el de su hermana menor. Todos los miembros de la nueva familia real lucen sus respectivas capas largas y de terciopelo.
Y hablando de capas, ese mismo año, ambas hijas del Rey Jorge son inmortalizadas con sendas capas, ya no ceremoniales, sino de vestir. Compuestas por una capa superior de piel y una inferior de tela, parecen tan prácticas como elegantes.
1939
Retratada oficialmente junto con su familia, la Princesa Isabel lleva un vestido muy de aquella época. Falda hasta las rodillas y mangas hasta los codos, además de un peinado de pelo corto y rulos.
1940
Uno de los pasatiempos favoritos de la alta alcurnia británica siempre ha sido la equitación. Este deporte será practicado por la actual monarca de la Casa Windsor hasta que su vejes le impida dichos trotes, nunca mejor dicho.
1944-1945
En plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la Princesa de Gales cumple sus funciones y, aunque preservando su seguridad, no se mantiene al margen del conflicto. En la foto, con su uniforme de la Royal Air Force.
Y parece que no se desprenderá de dicho uniforme, al menos hasta que llega la celebración del Día de la Victoria de los Aliados sobre el III Reich. Digna hija del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Británicas, saluda a su pueblo junto al resto de la familia real, que rodea a Churchill, el artífice de la resistencia británica a los bombardeos hitlerianos.
1946
Terminada la guerra, podemos ver a la joven princesa con sus trajes de gala. Vestidos satinados complementados con elegantes complementos de abrigo, como pieles. Se ve que por esa época ya empiezan a estar de moda los bolsos diminutos, fáciles de transportar en mano.
1947
La joven heredera al trono, ya una veinteañera, luce un vestido satinado mientras lee las noticias en el periódico. Este tipo de prendas de vestir fue durante aquellos años uno de los atuendos más elegantes.
Ese mismo año contrae matrimonio con Felipe de Grecia y Dinamarca. Muestra un estilo ante todo clásico, de blanco bordado y mangas largas. El velo, con un acabado bastante delicado, se extiende varios metros a su espalda.
1948
Nace el primer hijo del matrimonio, el actualmente Príncipe de Gales, Carlos. Como ya se viene viendo en anteriores fotografías, se observa a Isabel con su habitual traje mitad abrigo, mitad vestido. Aunque lo que más destaca es el estrambótico sombrero.
1950
Ya con una vestimenta más similar a la que nos tiene acostumbrados en los años 2000. Vestido debajo de jabardina, siempre hasta las rodillas. Resalta sobre todo su sombrero de bombín, sin lazos ni nada, mucho más elegante que el de la foto anterior.
1952
Año en el que es coronada como monarca, título que por supuesto ocupa a día de hoy. Luce un lujoso y níveo vestido, adornado con detalles dorados. Encima del mismo, porta una capa real de terciopelo. Toda una puesta en escena, completada con la corona y demás símbolos reales propios de Su Majestad.
Sin embargo, será el vestido de gala, junto a su tiara y una banda del hombro a la cintura lo que caracterizarán sus retratos oficiales.
Sin embargo, durante las primeras décadas de su largo reinado, usualmente aparecerá con vestidos satinados y guantes hasta los codos. Por supuesto, nunca faltará (ni falta) el sombrero como parte imprescindible de su peinado.
1961
Hay que entender que el afán de la nueva reina por marcar tendencia en la moda de vestidos de reinas no refleja tiempos de cambio o innovación. Muy por el contrario, la Reina siempre se ha decantado por un estilo conservador e incluso retrospectivo. En la foto, un vestido y un sombrero (especialmente el sombrero) más bien propios de los años ’20.
1962
Y no podemos olvidar el ya anteriormente mencionado elegante abrigo de piel con el que suele protegerse del frío en las galas. Es precisamente este estilo el que caracterizará a Isabel II en sus apariciones en recepciones durante casi todo el Siglo XX.
1970
Llega la década de los ´70. Ha acabado la época de esplendor de los inmortales Beatles. Por el contrario, la soberana británica pervive, al igual que su estilo de gabardina y sombrero.
1972
No resulta muy común que la suegra de Lady Di luzca vestidos sin manga, a pesar de la elegancia de los mismos. Sin embargo, en esta imagen podemos apreciar otro de los complementos más clásicos de su atuendo: el sombrero largo.
Esta tendencia, cabe destacar, ha calado bastante en la sociedad inglesa, siendo imitada hasta por la joven Kate Middleton.
1980
Persiste el estilo de gabardina. Además, ya tenemos a una reina, aún joven, con un peinado de rulos y copete completamente fijo hacia atrás. Ya no veremos otro modo de llevar el cabello, ni siquiera con el más mínimo cambio, en la monarca británica.
1981
Y hablando de conservadurismo, el uso de falda hasta por debajo de las rodillas es una tendencia que se convertirá casi en protocolaria. Tanto es así que incluso calará en figuras más jóvenes (y rebeldes) como la mítica Diana de Gales.
1982
Y por supuesto, quien habla de falda larga, también habla de escote cero. Por supuesto que la Reina de Inglaterra no iba a mostrar ni siquiera la clavícula en presencia de nada menos que San Juan Pablo II.
1983
Sin embargo, su estricto conservadurismo no impedirá a la Reina Isabel ser en no pocas ocasiones un perfecto exponente de elegancia. Por ejemplo, con ocasión a su visita a la India, destaca por la sobriedad de su estilo. El color suave y los decorados del vestido hacen de su atuendo un estilo imperecedero en el tiempo.
Y no olvidar tampoco que hablamos de la soberana indiscutible de todo un país. La monarquía representa el mando supremo de todas las Fuerzas Armadas. Ya cuando era princesa, en sus años mozos, lució el uniforme de la Real Fuerza Aérea. No es de extrañar que participe en desfiles y pases de revista con el uniforme de gala de los cuerpos castrenses. Además del rojo carmesí característico de la militaridad británica.Todo ello como parte de su lista de vestidos de reinas.
1984
Pero más allá de su imagen castrense, la imagen que se esfuerza en transmitir la Monarquía Inglesa bajo el mandato de esta señora es la amabilidad. Perfectamente vestida de gala, con un vestido beige con hombros ricamente adornados, mantiene el tipo al lado de los icónicos Nancy y Ronald Reagan.
Pero en lo que a actos oficiales (no confundir con galas y recepciones) se refiere, Su Majestad no dejará de lado su tiara, su banda y, por supuesto su capa. ¿Y quién puede resistirse a llevar una, especialmente si tiene un mozo para que se la sujete y no arrastre por el suelo?
1987
Y es que este icono de vestidos de reinas europeas nos demuestra que los vestidos de reinas son tan elegantes como versátiles. Y ni no lo crees, pues mira como lleva su gabardina en plena playa, mientras disfruta de sus nietos, aún pequeños.
1989
Destacar que, dentro de su innato conservadurismo, Su Majestad siempre es capaz de aportar vida a su atuendo. A pesar de no cambiar de diseños, sí que sabe alternar en cuanto a colores. Generalmente dada a los colores fríos y suaves como el azul, nunca ha dudado en sorprender (gratamente) a la opinión pública con fabulosos rojos o púrpuras, siempre que la ocasión ha ameritado.
1994
Y hablando de variedad, fuera de su estilo, no todos son faldas escocesas y uniformes militares. También deleita a sus súbditos con trajes típicos de las distintas celebraciones que caracterizan a los reinos que rige.
1995
Ya con una edad más avanzada, aunque sin abandonar su debilidad por los vestidos/gabardinas a media rodilla, también es capaz de lucir vestidos satinados y floreados. Eso sí, sin olvidar la elegancia, cosa que consigue complementando con collares de perlas y guantes blancos.
1997
Y hablando de vestidos floreados… ¿Por qué no conjugarlos con su estilo de gabardina? Y ya puestos, si hace algo de calor, mejor reemplazar la gabardina con una más cómoda chaqueta.
1998
Pero si la ocasión lo requiere, no nos olvidemos de los eternos vestidos blancos. Ni tampoco de las capas de piel para las más elegantes recepciones de la Corona. Con esta reina, el protocolo es el eje fundamental e irrenunciable.
2002
Y es que la elegancia, siendo el pilar fundamental que es en su estilo, es algo perfectamente compaginable hasta con el baño de masas. Incluso si es para tomar el té como si es para saludar a miles de sudafricanos en su caluroso país, esta reina de las arregla con su inseparable estilo de vestirse.
2004 – Presente
Los atuendos de la Reina le sirven incluso para ir saludando a la gente corriente en pleno Sol a mitad de la calle. Pero también para asistir al ballet. La única diferencia es si lleva sombrero o no. Sin duda, un estilo de vestidos de reinas la mar de práctico.
Vestidos de reinas, todo un referente
Y es que el icónico estilo de vestidos de reinas de esta monarca no solo es original y casi “transgresor”. Ese último adjetivo, teniendo en cuenta al conservadurismo que toma como filosofía. Esto es un elemento quizá calificable como “rebelde” ante el panorama impuesto por el mundo de la moda en el siglo XXI.
La trayectoria de décadas de la Reina Isabel II de Inglaterra merece por si sola rellenar páginas y páginas. En las enciclopedias de historia y teoría de la moda, un capítulo aparte merecería la soberana británica. Es todo un referente en cuanto a vestidos de reinas se refiere. Tanto es así, que incluso en vida Su Majestad ya dispone de su propia exposición museística. En dicha exposición, se puede ver cómo la propia institucionalidad británica (y su misma Reina) entiende como reliquias dignas de atesorar todos los vestidos de los que la actual regente de la Casa Windsor ha hecho gala.